Bienvenido

Bienvenido
Bandera Imperial Andresiana

domingo, 22 de enero de 2012

“La Grecia clásica del Siglo V y IV a.C: Entre la consolidación de las Polis y un belicismo constante”



“La Grecia clásica del Siglo V y IV a.C:
Entre la consolidación de las Polis y un belicismo constante”

Andrés Sáez Geoffroy.
Pedagogía en Historia, Geografía y Ed. Cívica.
Ayudante de Modelos Fundacionales de Organización Social


“¡Ominosas veinte naves y armada fatal que fueron el principio común ruina de los griegos y de los barbaros!”[1]


1.- APROXIMACIÓN A LA IDEA DE  GUERRA EN LA GRECIA ANTIGUA.

Cuando Heródoto de Halicarnaso pronunciaba aquellas palabras en sus historias no imaginó que dicha frase siguiera teniendo efectos cien años después de los sucesos que el describía. La verdad es que Grecia al inicio de las llamadas guerras médicas el 494 a.C estaba consolidando su modelo de organización política que conocemos como Polis. Dicho conflicto provocó un proceso de aceleración en la conformación de las ciudades estado clásicas sobre todo para los casos más conocidos de Atenas y Esparta, pero también dio inicio a un ciclo de belicismo constante en toda Grecia, ciclo que se extendió fácilmente por el espacio de un siglo en el cual se reafirmaron los modelos políticos señalados, pero así mismo terminaron por agotarlos en luchas fratricidas por la ostentación de la hegemonía, la que un primer momento ostento Atenas en un segundo Esparta, en un tercero Tebas y en un cuarto las potencias extranjeras que tendrán a la Hélade bajo su dominio desde el 330 a.C hasta 1830 d.C.

Pero con lo ya señalado tampoco es menos cierto que el conflicto es parte integrante  de la cultura griega antigua, eso son las olimpiadas, pero también lo es lo que se ha denominado stasis[2], así mismo y derivándose de dicho conflicto se encuentra la visión del mundo como mutable y cambiante: “Lo que si haré, puesto que según noticias he indicado ya quien fue el primero que injurió a los griegos, será llevar adelante mi historia, y discurrir del mismo modo por los sucesos de los estados grandes y pequeños, visto que muchos antiguamente fueron grandes, han venido después a ser bien pequeños, y que, al contrario, fueron antes pequeños los que se han elevado en nuestros días a la mayor grandeza.” este cambio tenía su expresión concreta en el combate, en la guerra, en el conflicto interno o externo de las Polis, (que justamente describe Heródoto) este que es el que nos interesa en este caso particular, tenía su raigambre desde el mismísimo periodo heroico descrito por Homero en sus relatos de la Ilíada y la Odisea, pero también hunde sus raíces en la llamada época oscura, época de migraciones e invasiones donde la aristocracia basaba su poder en el control de la tierra y del aparato militar, Tucídides rememora dicha fase de la siguiente manera “De aquella antigua costumbre de robar y saltear, quedó la de usar armas, porque todos los de Grecia las llevan, a causa de tener las moradas no fortalecidas, y los caminos inseguros. Acostumbran pues a vivir armados, como los bárbaros; y esta costumbre que se guarda en toda Grecia es señal de que en otro tiempo vivían todos así.”[3]

Con la generación de nuevos pactos políticos en el siglo VI a.C y la aparición del ejército hoplítico, así como de regímenes oligárquicos, tiránicos y democráticos que significaron la fusión del ejército con el elemento ciudadano, lo que implicó que el ciudadano y el soldado eran sinónimos y que cualquier conflicto en que se viera envuelta la comunidad política el destino estaría intrínsecamente ligado al ejército para bien o para mal. He aquí entonces que se rebasaban los límites del periodo oscuro, ya no era la lucha familiar o de bandas armadas que se enfrentaban guiadas por los dioses en los campos de batalla donde la caballería ocupaba un gran papel sino que se pasaba a un modelo de enfrentamiento entre ciudadanos de distintitas Polis cada cual con sus propias proyecciones pudiendo aplicar el principio clausewitziano donde “La guerra no es más que un duelo en una escala más  amplia. Si quisiéramos concebir como una unidad los innumerables duelos residuales que  la integran, podríamos representárnosla como dos luchadores, cada uno de los cuales trata  de imponer al otro su voluntad por medio de la fuerza física; su propósito siguiente es  abatir al adversario e incapacitarlo para que no pueda proseguir con su resistencia.”[4]

Una vez propasados los límites del enfrentamiento arcaico así como copados los espacios de colonización y por tanto de descompresión interna, a lo que se suma la instalación de regímenes políticos clásicos significaron el paso de los problemas internos a un plano externo como ya se comenzaba a vislumbrar en el siglo VI entre algunas polis, donde “las diferencias sociales y las luchas políticas que de ellas se derivan, constituyen una causa permanente de emigración. Con frecuencia, un partido político vencido renuncia a la lucha y abandona la ciudad. Las discordias civiles que agitaron violentamente a Mégara fueron una de las causas determinantes de la expansión colonial de esta ciudad”[5] o el caso de Atenas como narra un ya clásico Cohen “En el interior, Atenas no ha encontrado la paz. Mientras queden ciudadanos tan pobres que no tengan siquiera lugar para ejercer los derechos que el legislador les ha conferido, las reformas de Solón y Clístenes correrán el riesgo de no producir todos sus felices efectos”[6]. Por otro lado los conflictos al interior de la Hélade fueron frenado por aparición del gigante persa en el levante situación que crearía nuevos focos de poder y por tanto de conflictos y pondrán a prueba el ejército de ciudadanos guerreros.

2.- GUERRA MÉDICAS:

Cuando el 550 a.C aparece en escena Ciro el grande en Oriente y comienza un proceso expansionista constante del imperio persa; En la Hélade mientras tanto se estaba configurando un sistema de relaciones entre las polis que habían consolidado sus pactos políticos con los grupos sociales lo que implicaba el rebasamiento de los límites de lo local y la mirada hacia nuevos espacios de expansión que podían ser o bien polis más pequeñas o las colonias. Este sistema de relaciones inter polis asumía un marcado carácter multipolar vale decir múltiples núcleos de poder que pugnaban por establecer hegemonías en sus respectivos hinterland: Larissa en Tesalia, Atenas en Ática y el Egeo, Esparta en el Peloponeso, Tebas en Beocia, Delfos en la Fócida, Corinto en istmo homónimo y el mar Jónico, pero también había conflictos entre ciudades como Atenas contra Egina, Tebas contra Platea, y  Esparta contra Argos. Es en este marco de enfrentamiento y por qué no de  competencia entre las Polis mencionadas cuando aparece en escena en las poblaciones griegas de Jonia el Imperio Persa, iniciando un proceso de relaciones dinámicas entre los jonios y los aqueménidas.

Si adoptamos la idea de Heródoto de que el conflicto se debe a la ocupación persa de las colonias atenienses en la Jonia (Mileto), así como a la acción de hombres inescrupulosos; indicaría que el conflicto hundiría sus raíces en el expansionismo persa que había desestabilizado todo el sector, lo que habría llevado a la Hélade (específicamente Atenas y Esparta) a luchar por su libertad contra la tiranía persa. Pero Heródoto junto con describir dicho conflicto olvida una serie de cuestiones esenciales la primera es creer que el imperio persa basaba su expansionismo en la solamente expansión territorial – lo que no quiere decir que no existiera- pero la verdad es que más bien su orientación estaba en la percepción de tributos de las unidades territoriales, por lo que a estas últimas el gran rey dejaba en paz la existencia de múltiples culturas, así como modos de producción, religiones, pueblos y ciudades, etc[7]. Pues los persas eran un pueblo comercial lo que los llevaba a comprender que disturbios internos agotaban el intercambio económico, tal cual como lo demostró el modus operandi con el cual sofocaron la revueltas de Jonia:

“Los persas no hicieron en aquel año otra hostilidad ni violencia en castigo de los jonios, antes tomaron acerca de ellos, unas providencias muy útiles y humanas, pues aquel año fue cuando Artafernes, virrey de Sardes, convocando a los diputados de las ciudades de la Jonia, les obligó a que hiciesen entre ellos sus estatutos y tratados a fin de ajustar en juicio las diferencias mutuas y no valerse en adelante del derecho de las armas unos contra otros pasándolo todo a sangre y fuego[22]. Obligado que los hubo a convenir en estos pactos, mandó Artafernes medir sus tierras por parasangas, medida persa así llamada que contiene 30 estadios. Medido así todo el país, señaló en particular los tributos, que se han mantenido hasta mis días en aquella regulación de Artafernes, la misma casi que ya de antes estaba impuesta.”     
El imperio persa desde sus inicios se transformó en un imperio de amplios márgenes territoriales (el más grande hasta ese entonces) pero también multicultural donde los epítetos de tiranía así como de destruir las libertad carecían de fundamento. No obstante la visión anterior  - encarnada en Heródoto- nos permite entender la lógica de que la guerra para los griegos significó la lucha del ciudadano – guerrero libre contra los oprimidos, poniendo a prueba a los primeros.

Volviendo a la cuestión de los orígenes, Heródoto no se equivocaba al señalar que Jonia era importante ya que los atenienses tenían colonias y grandes intereses comerciales en el área. Es por eso que Atenas provoca el conflicto (ver la cita referente a la ominosas galeras) tenía varias razones para aquella resolución, primero por que permitía consolidar su organización política en base la mayor percepción tributaria a través de su control geo político del Egeo, segundo por que establecía un paréntesis en nombre de Grecia, a los conflictos con otras polis lo que le daría a Atenas el tiempo suficiente para fortalecer su posición militar defensiva contra Esparta y ofensiva en el Egeo. Es por eso que aprovechó el ofrecimiento que les hizo Aristágoras, instigador de la rebelión:

“Allí, en una asamblea del pueblo, dijo en público Aristágoras lo mismo que en Esparta había dicho por lo tocante a las grandes riquezas y bienes del Asia, y también a la milicia y arte de la guerra entre los persas, tropa débil y fácil de ser vencida, no usando ni de escudo ni de lanza en el combate. Esto decía por lo concerniente a los persas; pero respecto a los griegos, añadía que siendo los Milesios colonos de Atenas, toda buena razón pedía que los atenienses, a la sazón tan poderosos, les librasen del yugo indigno de la Persia. En una palabra, tanto supo decirles Aristágoras y tanto se atrevió a prometerles, como quien se hallaba en el mayor apuro, que al cabo les hizo condescender con lo que pedía; y lo que había imaginado que más fácil le sería deslumbrar con buenas palabras a muchos juntos que a uno sólo, esto fue lo que logró allí Aristágoras, pues no habiéndole sido posible engañar al lacedemonio Cleomenes, le fue entonces muy hacedero arrastrar de una vez con su artificio a treinta mil atenienses”[8]

Los atenienses encontraron por medio de Aristágoras la forma de intervenir por la fuerza y enfrentarse al persa y lograr así todos los objetivos mencionados, por otro lado explicaría como el ideal persa de conquistar Grecia  no era tal, que no se basa en reconquista alguna de las colonias recuperadas por Atenas sino que hay que recordar que cuando los jonios conjunto sus aliados atenienses incendian Sardes y una serie de templos fue el casus belli que llevó a Darío a cruzar el Helesponto e ir hacia Grecia, es decir Persia fue provocada y Atenas perfectamente podía ser considerada por el hecho de incendiar templos como una potencia agresora.

El conflicto en sus inicios, es decir cuando aun no intervenían otras polis se desarrollo bajo el contexto de que la guerra para los persas era casi de orden periférico[9], lo demuestra el hecho de  que Jerjes al sumir el trono tras la muerte de Darío quisiera fortalecer la unidad interna del Imperio, siendo Grecia un objetivo secundario, en cambio para la ciudad del Ática era más importante, era vital pues estaba en juego su supervivencia misma y su posición en relación a otras Polis, y es por eso que se generó este pretexto que Heródoto como buen jonio hace suyo “Era, en efecto, el pretexto de aquella expedición el hacer la guerra a las dos ciudades mencionadas; pero el intento principal no era menos que el de conquistar para la corona todas las ciudades de la Grecia que pudiesen.”[10]

Retomando el conflicto en sí, sus inicios se remontan al 494 a.C cuando estalla la sublevación de la Jonia, revuelta  instigada por una serie de tiranos (ya se ha visto a Aristágoras) que culminan con el incendio de Sardes. El 493 dicha rebelión había sido derrotada con la consecuencia que Jonia dejaba de ser un mercado para Atenas, y pasaba a depender ahora enteramente del gran rey. Darío ante estos hechos inicia de inmediato los preparativos para la ocupación de nuevas áreas estratégicas para los atenienses: el Helesponto y Tracia, lugares de donde Atenas se abastecía de trigo y hierro, así como eran lugares de paso obligado para los navíos que iban y venían del Ponto Euxino. Así mismo la diplomacia persa obtuvo el apoyo de Polis rivales de Atenas y Esparta; Tesalia, Argos, Tebas y Egina, mientras el Ática y el Peloponeso se unían para defenderse a pesar de que un primer momento Esparta se mantuvo alejada del conflicto.

El 490 tiene lugar la primera invasión persa, en Atenas el triunfante partido belicista dirigido por los estrategas Milcíades y Temístocles decide enfrentar al persa no retrocediendo si no atacando, de estos Temístocles era el que más relevancia había alcanzado ya que “teniendo los atenienses mucho dinero público, producto sacado de las minas de Laurion, y estando ya para repartirlo a razón de diez minas por cada uno, supo persuadirles Temístocles que, dejado aquel reparto, prefiriesen hacer con aquel dinero 200 naves para la guerra que traían con los de Egina. Y en efecto, emprendida ya dicha guerra, fue la salud de la Grecia, por haberse visto obligados en ella los atenienses a hacerse una potencia marítima, habiendo sucedido la cosa de manera que aquellas naves, sin servir al fin para que se hubieran fabricado, pudieron ser muy del caso a la Grecia en la ocasión presente. Ni se contentaban los atenienses con las naves ya hechas, sino que al mismo tiempo iban fabricando otras en sus astilleros, puesto que habían determinado, después de recibido aquel oráculo, salir al encuentro al bárbaro que contra ellos venía”[11], Temístocles se convertía así en un político que había ayudado a construir el potencial ateniense y por tanto era su propia obra la que estaba en juego, Temístocles decidió presentar batalla en Maratón, pero el mando no recaía en el sino en otros 10 estrategas, como en la discusión estaba empatados quienes querían retirarse y los que querían atacar se decidió recurrir al polemarca (general en jefe) Temístocles le habló de este modo:

“En tu mano está ahora, Calímaco, o el reducir a Atenas a servidumbre, o conservarla independiente y libre, dejando con esto a toda la posteridad un monumento igual al que dejaron Harmodio y Aristogitón. Bien ves que es este el mayor peligro en que nunca se vieron hasta aquí los atenienses: si caen bajo de los medos, conocido es lo que tendrán que sufrir entregados a Hipias; pero si la ciudad vence, llegará con esto a ser la primera y principal de las ciudades griegas. Voy a decirte cómo cabe muy bien que suceda lo que dije, y cómo la suma de todo ello viene a depender de tu arbitrio. Los votos de los generales, que aquí somos diez, están encontrados y empatados: quieren los unos que se dé la batalla; los otros lo resisten. Si no la damos, temo no se levante en Atenas alguna gran sedición que pervierta los ánimos y nos obligue a entregarnos al medo; pero si la damos antes que algunos atenienses se dejen corromper, espero en los dioses y en la justicia de la causa, que podremos salir del combate victoriosos. Dígole, pues, que todo al presente estriba en ti, y depende de tu voto: si votas a mi favor, por ti queda libre tu patria, y por ti vendrá a ser la ciudad primera y la capital de la Grecia; pero si sigues el parecer de los que no aprueban el choque, sin duda serás el autor de tanto mal cuanto es el bien contrario que acabo de expresarte.”[12]

Convencido el polemarca con esta muestra de realismo en la cual se nota el ánimo imperialista atenienses en boca de Temístocles se decidió dar batalla en la cual los persas son aplastados de manera fulminantes: 192 atenienses muerto y unos 6.000 persas ¿qué factores permitirán explicar la victoria? Para Heródoto sería el espíritu de combate, y esto era lógico, su público eran los ciudadanos atenienses:

“Iban por fin los atenienses libres creciendo en poder de cada día, pues cosa probada es, no una sino mil veces, por experiencia, que el estado por sí más próspero y conveniente es aquel en que reina la isegoria o derecho y justicia igual para todos los ciudadanos. Vióse bien esto en los Atenienses, que no siendo antes, cuando vivían bajo el yugo de un señor, superiores en las armas a ninguna de las naciones, sus vecinas, apenas se vieron libres e independientes en un gobierno republicano, que se mostraron los más bravos y sobresalientes de todos en sus negocios y empresas de guerra.” [13]

Es decir una parte de la victoria se debía a la existencia de la relación entre ciudadano y guerrero, se luchaba por la misma polis, vale decir el régimen de donde el sujeto era ciudadano y tenía los derechos políticos aparejados, es decir la libertad actuaba como resorte para luchar mejor, pero  por otro lado y que no se desprende del relato de Heródoto es que los griegos contaban con la ventaja táctica que implicaba la existencia del ejército hoplítico, costeado por los mismos soldados – ciudadanos y compuesto por materiales metálicos altamente defensivos en contraposición a la ninguna armadura que llevaban los persas así como su armamento ligero. Como consecuencia de dicho triunfo ateniense podría preguntarse ¿acaso no se había convertido Atenas aquella ciudad que nunca había sido superior en armas a sus vecinas en una potencia militar?

El rol que jugarían los maratonomacos posteriormente permite responder afirmativamente dichas interrogantes en el sentido que permitieron a Atenas fortificarse para repeler un ataque terrestre, hecho que acontecería después de la guerra, el interés por crear una potente flota, mejorar el nivel de las tropas terrestres y crear una visión prospectiva de la polis ateniense basado con el objetivo de recuperar el mercado egeo y de ahí expandirse a otras áreas ocupando el vacío de poder que dejaba la derrota de los persas, en definitiva la guerra médica a través de esta sola batalla implicó el triunfo de Atenas en la guerra, así mismo de dicha batalla se desprende otro hecho ¿qué había pasado con las otras polis? Esparta llegó un día después de concluida la batalla lo que nos permite formularnos dos interrogantes ¿Los espartanos no quisieron arriesgarse en combate campal y utilizaron a los atenienses para saber la verdadera composición y modos de combate persas? ¿Decidieron los atenienses librar la batalla con fuerzas propias teniendo fe en el éxito y que del triunfo de sus fuerzas no sería la victoria de Grecia sino la de Atenas y de esta sola sería la que libró a la Hélade de la esclavitud? Sobre dichas interrogantes pocas luces nos arrojan las fuentes – salvo el ya mencionado discurso de Temístocles-, pero lo que queda claro es que la respuesta que se hayan podido dar en la época (que los espartanos no querían arriesgarse y que los maratonomacos corrió con colores propios) dieron inicio a una serie de desavenencias entre espartanos y atenienses después de la guerra, más que mal Atenas ahora podía permitirse aquellos y Esparta debería actuar con mayor detenimiento, Atenas ya no era la ciudad donde espartanos habían entrado para apoyar a partidos políticos.

Podría pensarse que después de dicha victoria los persas no enviarían expediciones pero ocurrió lo contrario, Jerjes suceso e hijo de Darío decidió no cometer los mismos errores de su padre, fortaleció su poder interno reprimiendo una serie de revueltas, reorganizó la flota y el ejército pero aún no se mostraba decidido a invadir Grecia “Por la muerte de Darío pasó el cetro a las manos de su hijo Jerjes, quien no mostraba al principio de su reinado mucha propensión a llevar las armas contra la Grecia, preparando la expedición solamente contra el Egipto”[14] .

Pero finalmente convencido por sus generales así por Hipias antiguo tirano de Atenas se inició un nuevo avance el 480 a.C, en un primer  enfrentamiento en las Termopilas mueren 300 espartanos intentando frenar el avance persa para que la confederación helénica pudiera retroceder a posiciones más favorables, murieron los 300 espartanos en una batalla que hasta el día de hoy suena como épica. Espartanos y peloponesios ante el avance persa decidieron fortificar el istmo dejando a su suerte a Atenas que tuvo que ser evacuada por la flota antes de ser saqueada, pero a pesar de aquella derrota los atenienses al mando de Temístocles logran destruir la flota persa en Salamina, victoria decisiva por cuanto tuvo que ser retirado la mayor parte del ejército persa por no poder recibir suministros, pero aun quedaba una parte del ejército persa atrincherado en Tesalia que al año siguiente (479 a.C) Se iniciaba un claro resentimiento entre atenienses y espartanos por el hecho de retirarse estos últimos al Peloponeso y fortificarse “Vosotros, [señalan los atenienses] si bien estabais temblando entonces de miedo, y por extremo recelosos de que no conviniéramos en pactos con el persa, viendo después claramente, por una parte, que de ninguna manera éramos capaces por nuestras opiniones de ser traidores a la Grecia, y teniendo ya, por otra, concluida en el istmo vuestra muralla, no contáis al presente ni mucho ni poco con los atenienses, pues no obstante de habernos antes prometido que con las armas en la mano saldríais hasta la Beocia a recibir al persa, nos habéis vendido, faltando a vuestra palabra, y nada os importa ahora que el bárbaro tenga el Ática invadida. Los atenienses, pues, se declaran altamente resentidos de vuestra conducta, la que no conviene con vuestras obligaciones: lo que al presente desean, y con razón pretenden de vosotros, es, que con la mayor brevedad posible les enviéis un ejército que venga en nuestra compañía, a fin de poder salir unidos a oponernos al bárbaro en el Ática, pues una vez perdida por vuestra culpa la mayor oportunidad de recibirlo en la Beocia, la llanura Triasia es en el Ática el campo más a propósito para la batalla.”[15] Finalmente los espartanos se apresuraron en acudir en apoyo de los atenienses se estos enfrentaría contra el remanente persa en Platea (479 a.C) reforzado por sus aliados tebanos siendo totalmente derrotado el ejército aqueménida, justamente ese año en Micale los atenienses destruían un ejército y flota persas de reserva en jonia, a su vez Tebas aliado de los persas era reducida. La guerra se había saldado en los campos de batalla con 3 triunfos griegos, cada invasión fue definida con una batalla, simbolismo como el de los tiempos heroicos.

Con el fin de la guerra los atenienses y el sistema democrático salieron fortalecidos, era la victoria de ciudadano guerrero, de la comunidad política. Atenas inició un proceso de control del Egeo e inclusive de ataque al imperio persa (batalla de Eurimedonte), en cambio Esparta que otrora tantas veces había intervenido en Atenas y otras polis sin contrapeso se veía obligada a solidificar aun más su posición en el Peloponeso  a costa de ceder a Atenas el poder en el egeo. De hecho Tucóidides lo da a conocer como un antecedente de las guerras del Peloponeso “Poco tiempo después, todos a una y de común acuerdo, echaron a los bárbaros de Grecia. Los griegos que se habían rebelado contra el rey de Persia y los que se unieron para resistirle, se dividieron en dos bandos y parcialidades, los unos favoreciendo la parte de los lacedemonios, y los otros siguiendo el partido de los atenienses, porque estas dos ciudades eran las más poderosas de Grecia: Lacedemonia por tierra y Atenas por mar. De manera que muy poco tiempo estuvieron en paz y amistad, haciendo la guerra de consuno contra los bárbaros, porque empezó enseguida la guerra entre estas dos ciudades poderosas, y sus aliados y amigos”[16]  El anterior sistema multipolar había pasado a ser bipolar, Tebas estaba derrotada, Corinto se supeditó a Esparta, Mégara a Atenas y las ciudades de Jonia y el Egeo a Atenas pues la guerra políticamente no había terminado.

Con el fin de las invasiones, resurgieron las rivalidades anteriores a la misma y a las creadas durante la misma, Esparta y Atenas las grandes ganadoras arrastraron a sus aliados a enfrentamientos intermitentes entre ellos en el proceso que ha venido denominarse pentecontecia.

3.- PENTECONTECIA.

Con el fin de las guerras médicas el sistema de las polis se dividió en dos grandes bloques: La liga de Delos regida por Atenas y la liga del Peloponeso liderada por Esparta. “Tenían estas dos ciudades diversa manera de gobernar sus súbditos y aliados, porque los lacedemonios no hacían tributarios a sus confederados, solamente querían que se gobernasen como ellos, por sus leyes y estatutos, y a su costumbre, es decir, por cierto número de buenos ciudadanos, cuya gobernación llaman oligarquía, y significa mando de pocos. Mas los atenienses, poco a poco, quitaron a sus súbditos y aliados todas las naves que tenían, y después les impusieron un tributo, excepto a los habitantes de Quíos y de Lesbos. Con tales recursos hicieron una armada la más numerosa y fuerte que jamás pudieron reunir todos los griegos juntos desde el tiempo que hacían la guerra coligados.”[17]

Como se ha señalado Atenas consolidó su posición  en el Egeo, mientras comenzaba a intervenir en otras áreas. El 464 a.C un terremoto devastaba Laconia y los mesenios de donde Esparta se proveía de ilotas iniciaron una sublevación aprovechando la debilidad del cuerpo político – guerrero espartano. Esparta acomplejada solicita apoya ateniense que después rechaza, Atenas deshonrada decide apoyar a los mesenios y otras ciudades para sublevarse, ya sea contra los espartanos en el Peloponeso y contra los persas en el Mediterráneo oriental. Por otro lado Tebas se había recuperado y se había hecho con el control de la confederación Beocia aliándose con  Esparta para recuperar la ciudad de Platea aliada con Atenas. “ El panorama de estados aislados, políticamente autónomos y económicamente autosuficientes deja paso al de las organizaciones supe estatales, en la que las poleis pierden autonomía lo que ganan en protección frente a la posible injerencia de otros estados vecinos en sus asuntos internos.”[18]

Con todo la guerra con Persia no terminaba, Esparta viendo que Atenas era la única beneficiada con la guerra así como el desgaste que significaba la guerra, decidió promover una firma de un tratado de paz, Atenas también accedió pues ya había logrado el control de recursos y áreas que le significaban un positivo reparto de influencia en así conversaciones. La paz se firmó el 445 a.C llevando el nombre de paz de Calias y confirmaba las áreas hegemónicas, Atenas en el Egeo y Jonia, Esparta en el Peloponeso y Persia se retiraba de la costa jónica, situación ya confirmada por la paz de los treinta años firmada por atenienses y espartanos el 448 a.C.

Las paces sirvieron para potenciar los ejércitos y el poderío político militar, Atenas aprovechando los tributos generados por la liga délica y el rol jugado por los marotonomacos se fortifica (460-457 a.C) “por consejo suyo, se habían reedificado a toda prisa las casas destruidas por los persas, pero también construido con cuidado murallas para que la ciudad estuviese al abrigo de un golpe de mano. De buen grado se habían servido de su astucia para engañar a Esparta, envidiosa, mientras las edificaban. A su voz se habían vuelto a abrir los talleres esbozados en el Pireo y fortificado el puerto”[19].  Mientras esto ocurría Esparta firma tratados defensivos bilaterales con las ciudades del Peloponeso que después sirven para formar la liga  homónima que luchará contra Atenas. Las tensiones irán in crescendo hasta que un conflicto colonial servirá como excusa para desatar el conflicto.

Hacia el 430 a.C las comunidades políticas habían sacrificado parte de su antigua autonomía con el fin de potenciar alianzas defensivas lo que implicaba el paso de objetivos locales a de lago plazo, donde los aliados y otros objetivos entre polis jugarían un factor central, por tanto cualquier asunto pequeño podía desencadenar una guerra al activarse los mecanismos de alianzas.

Las guerras médicas que habían consolidado la ya enunciada fusión del ciudadano con los guerreros  por el hecho de enfrentarse a una potencia extranjera  pero una guerra griega implicaría la devastación de la producción sin una externalidad positiva como lo era la posibilidad de esclavizar a los prisioneros, la destrucción de los espacios productivos, las muertes harían disminuir el número de ciudadanos, una guerra de bloques implicaba salir de los estrechos márgenes de Laconia y Ática para ir al combate en otras áreas del mediterráneo lejanas de los nodos productivos y de control político por lo que la guerra necesariamente debería periferizarse, por otro lado la evolución del arte militar favoreció la fortificación, la defensa por sobre el ataque por tanto se hacían necesario la creación de técnicas de asedio. En la Pentecontecia estos factores se consolidaron y aflorarían en un futuro conflicto que  se ha venido en denominar guerra entre griegos o del Peloponeso.

4.- LA GUERRAS DEL PELOPONESO.

La pentecontecia marcó el punto de inflexión dentro de Grecia, como señala Cohen “Atenas tiene súbditos, dinero, una marina numerosa y excelente; detrás de las murallas largas que la unen al Pireo, es invulnerable. O debe renunciar a la hegemonía, o debe apoderarse de ella ahora y para siempre, y asegurar al mismo tiempo el triunfo de la democracia”[20] las polis habían ya alcanzado el máximo control sobre su hinterland y por tanto cualquier nuevo intento de consolidar su hegemonía se haría sobre su superposición sobre todo ateniéndose a los más nimios motivos para la misma, pero ya la cuestión no descansaba sobre los cimiento entre dos polis, sino entre las symaichias y ya no entre comunidades familiares políticamente organizadas sino entre varios estados con su organización política distintiva y por tanto entre diferentes tipos de ciudadanos dejando atrás el antiguo conflicto entre súbdito y ciudadano, este enfrentamiento entre varios ciudadanos sólo podría traer el desajuste mismo de los pilares sobre los cuales descansaba la ciudadanía en la antigua Grecia: vale decir el ciudadano así comolos pactos políticos y sociales sobre los cuales descansaba el aparato político.

Es así que una serie de conflictos entre colonia y metrópolis derivó en una guerra total dentro de la Hélade. Una vez consolidada la marina ateniense sólo quedaba una ciudad que podía rivalizar con dicha flota. Corinto. Corinto poseía la segunda mayor flota mercante de Grecia a lo que se sumaba  su ubicación en una zona geopolíticamente estratégica, se ubicaba en una encrucijada comercial tanto naval como terrestre. En lo naval su localización en la entrada occidental del istmo de Corinto permitía una acceso tanto al mar Jónico y de aquí al Mediterráneo o al mar Adriático de donde se traían metales como el Estaño y trigo de Sicilia, pero por otro lado también le daba un acceso hacia el mar Egeo de Creta hacia donde podía re exportar los productos occidentales y con lo cual rivalizar directamente con Atenas, así mismo Corinto era la llave de entrada y salid de las vías comerciales terrestres que entraban y salían del Peloponeso, condiciones que quizá ninguna otra ciudad de la antigua Grecia reunía en sí misma. Pero así como poseía estas condiciones también el hecho de tener colonias en enclaves estratégicos aumentaba aun más el poder comercial que Corinto podía poner en juego, era el caso de la Isla de Corcira desde donde se podía dominar el mar Jónico y Adriático con sus recursos madereros, salíferos y metálicos además de agrícolas y Potidea en la Calcídica desde donde podía proveerse de metales argentíferos. Justamente conflictos suscitados en estas dos colonias corintias  intentaron ser aprovechados por Atenas para minar el poder de Corinto y su ciudad aliada de Mégara ubicada en el mismo istmo.[21]

En Corcira se suscitó un problema con una colonia de esta ciudad ubicada en el Adriático: Epidamno el año 435 a.C. Corcira que a su vez como se ha dicho era colonia de Corinto decidió invocar a la metrópoli para ayudarla en sus problemas, pero Corinto decidió intervenir tanto en Corcira – cuestión que iba contra la costumbre- y además intervenir en Epidamno con el fin de tranquilizar este sector para así no interrumpir los suministros. Los ciudadanos de Corcira logra destruir las fuerzas de Corinto y denunciando la intervención de que iba a ser víctima decide acudir al Atenas la cual decide firmar con ella un tratado defensivo lo cual aun no significaba una ruptura de la paz de los treinta años, en palabras de Tucídides “Parecerále a alguno que nuestro consejo es útil y provechoso, pero temerá y sospechará que si lo sigue romperá la paz y confederación con los amigos; éste tal sepa que vale más, para poner temor a los contrarios, no confiarse mucho en la confederación y alianza de otros, sino procurar el aumento de su poder, que no confiados de aquélla dejarnos de recibir por compañeros y aliados, y quedar por esta vía más flacos y débiles contra vuestros enemigos, que fuertes y poderosos. Los corintios, si nos vencen, quedarán seguros, y os tendrán menos temor y miedo que antes. No se trata, pues, solamente del bien y provecho de los de Corcira, sino también de los de Atenas, considerando que esta guerra es prefacio de la que para el tiempo venidero se prepara. Por ello no debéis de dudar de recibirnos en vuestra amistad, pues veis lo que os importa tener esta nuestra ciudad por amiga o enemiga, considerando la situación de Corcira”[22] Tal como se desprende del comentario, Atenas ya estaba orientada a enfrentarse a la liga del Peloponeso, nuevamente así como hace 60 años, se le daba el pretexto para hacerlo, nuevamente su hegemonía era puesta en jaque, la asamblea ateniense decidió:

“Hacer alianza con los corcirenses, no de la manera que ellos pensaban, es a saber, para ser amigos de amigos, y enemigos de enemigos, porque haciendo esto y juntándose con los corcirenses para ir contra los corintios, rompieran la confederación o alianza que tenían con los peloponenses: sino solamente para ayudar a una parte y a la otra, si alguno les quisiese hacer algún agravio a ellos y a sus aliados. Porque no haciendo esto, les parecía que tendrían guerra con los peloponenses; y tampoco querían dejar a Corcira en manos de los corintios, que tenían tan poderosa armada, sino que pelearan unos con otros para que así se disminuyesen sus fuerzas, y fuesen más débiles; y después si les pareciese tomarían partido en la guerra contra los corintios, o contra los otros que tuviesen armada”[23]

Con esto Corinto decidió acudir a la Liga del Peloponeso en respuesta a la intervención Ateniense ya que “Todo era mejor que asistir a un proceso por el que Adriático y Jónico se conviertan en mares cerrados de los atenienses, como ya lo era el Egeo. Aquí, como en tantas otras ocasiones, la decisión adoptada por la oligarquía dirigente obligará de forma más o menos coercitiva al resto de la comunidad”[24]. Pero una nueva intervención peloponesia es derrotada por fuerzas coligadas de Atenas y Corcira, la primera decide bloquear  a Mégara además en respuesta. El 432 a.C Potidea colonia de Corinto pero que además formaba parte del bloque ateniense – demostrando la idea de autonomía de las polis coloniales- era presionada por Atenas para retirar a las autoridades corintias existentes, pero un cambio de política interna en dicha ciudad hizo que  solicitará apoyo a la metrópoli, a Macedonia y a Esparta  estos “estuvieron de acuerdo según la votación en que había habido ruptura del pacto, y que la guerra era necesaria, no tanto convencidos por los argumentos de sus aliados, como porque temían que los atenienses se engrandecerían aún más, al ver que la mayor parte de Grecia estaba ya en su poder”[25]

Cuando esto ocurría Tebas ataca a Platea, ganado esta última ciudad la batalla pero matando a los prisioneros lo que significaba un nuevo casus bello válido para la liga del Peloponeso, Atenas no quería evitar la guerra pues tarde o temprano esta vendría, Esparta en cambio quería evitar el conflicto pero la presión de Corinto, Tebas, Mégara y otras ciudades fue lo suficiente como que las hostilidades se iniciaran el 431 a.C.

La guerra suele dividirse en 3 fases, La guerra de Arquidamo o de los 10 años (431-421 a.C), en la cual los resultados mantienen en igualdad las condiciones anteriores a la guerra, los atenienses decidieron retirarse detrás de los muros de la ciudad y evitar el combate abierto, por otro lado una epidemia que invadió el a Atenas (sobre aglomerada por lo anterior) y en la cual muere Pericles y cientos de ciudadanos lo que obliga a aumenta r el phoros Délico y el descontento de los coligados de Atenas, a este le sigue el Periodo de la paz de Nicias y la expedición a Sicilia (421 – 413 a.C) donde atenienses intentan generar un cambio en la periferia del conflicto, la Guerra de Decelia y Jonia (413 -411 a.C) la cual marca la hora final de Atenas al perder las minas de Laurión y la fase final  y de cambio político (411-404 a.C) donde Atenas debe enfrentar una serie de convulsiones internas que se saldan en la batalla e Egos Potamos, la guerra se resumen en la siguiente tabla:

Periodo
Hechos Relevantes
Guerra de Arquidamo o de los 10 años (431 -421 a.C)
· Atenas evita el conflicto terrestre y refugia toda su población detrás de sus muros.
· Esparta evitar el conflicto naval, rapiñas sobre el Ática
· Rebeliones contra Atenas en su liga
· Peste en Atenas, muerte de Pericles (429 a.C)
· 425 a.C Atenas pierde Anfípolis pero gana en Pilos
· Aumento de Phoros délico
· 421 Cansancio paz de Nicias.

Paz de Nicias y expedición a Sicilia (421 – 413 a.C)
· Esparta y Atenas aliados momentáneos contra Argos, Corinto y Mégara las cuales no aceptan la paz por ser poco favorable a los vencedores
· Batalla de Mantinea 418 a.C Esparta recobra sus aliados, nuevo enfrentamiento Ateniense – Espartano
· 415 Alcibíades y Nicias expedicionan sobre Sicilia, aprovisionadora de trigo hacia el Peloponeso, pero son totalmente derrotados (se pierden 30.000 soldados)
· Oro Persa financia una flota Espartana, victoria de esta el 413 a.C
Guerra de Decelia y Jonia (413 – 411 a.C
·   Ocupación de Decelia por Esparta, cierre de las minas de Laurión.
·   Defección de Jonia de la liga de Delos por el aumento de Phoros, aprovechando debilidad ateniense e instigada por persas y peloponesios.
Fase final y cambio político (411 – 404 a.C)
· Tratado de Mileto entre Esparta y Persia, rechazo de Atenas a conceder a Persia el dominio del Egeo.
· División de Atenas entre oligarcas y demócratas, golpe de los primeros.
· Éxito ateniense en Cízico, presión Thete por el restablecimiento democrático, victoria de las islas Arginusas, gobierno en el exilio.
· Batalla de Egos Potamos: fin de la flota y del imperio ateniense
· Paz del 404: Destrucción de los muros, destrucción de las flota (salvo 12 navíos), reconocimiento hegemonía de Esparta, traspaso de las colonias de Atenas a Esparta (decarquía)
Con el fin del enfrentamiento en Egos Potamos sonaba la hora final de Atenas, como lo demuestra Jenofonte:

“En Atenas, después de la llegada de la nave Paraliana por la noche, circuló y se extendió la noticia de la catástrofe, y una consternación general salida de El Pireo corrió a través de los Largos Muros de la ciudad, propagándose de unos a otros. Nadie durmió aquella noche, pues no lloraban tan sólo por la suerte de los desaparecidos, sino más bien por su propio destino. Pensaban que les tocaría sufrir los mismos tratos que infligieran a los habitantes de Melo, colonia lace­demonia, a la cual habían reducido después de un asedio; a los de Histiea, de Eskioné, de Toroné, de Egina, así como a muchos otros pueblos griegos. A la mañana siguiente, la Asamblea se reunió y acordó cerrar los puertos con un dique, menos uno, reparar las murallas, establecer en ellas centinelas, y hacer en la ciudad todos los preparativos necesarios para prevenir un posible ataque.(…) Sitiados los atenienses por mar y por tierra, hallábanse sin saber qué hacer, pues ya no tenían ni naves ni aliados, ni les quedaba trigo. Pensaban que no les sería posible escapar al trato que ellos mismos habían infligido, no a manera de castigo, sino por una injusticia fundada en un abuso de autoridad, a los habitantes de las pequeñas ciudades, y ello por la única razón de que éstos eran aliados de los otros. Habiéndolos decidido estas mismas razones a de­volver sus derechos cívicos a los que habían sido privados de ellos, armáronse de valentía, y no hablaban de capitula­ción a pesar de los que morían de hambre. Sin embargo, llegó el momento en que carecían completamente de trigo; entonces enviaron delegados a Agis.”[26]

La Guerra había concluido y había significado un triunfo espartano, triunfo en realidad a medias, pues como se verá la guerra entre los griegos trajo una serie de consecuencia sobre la polis clásica ya que la guerra implicó una serie de cambios de mentalidad así como de prácticas que terminarían hacer entrar en crisis a las diferentes comunidades políticas en lo inicial Atenas tenía que conceder “ La Destrucción de los largos muros y los del Pireo, entrega de todas las naves, menos doce y regreso de los exiliados. Los atenienses tendrán los mismos amigos y enemigos que los lacedemonios y los seguirán en tierra y en mar  a donde aquellos conducirán”[27]

El primer aspecto que llama la atención es que con esta guerra dejó de ser un conflicto entre dos ciudades para ser un enfrentamiento entre estados de diversas proporcionalidades y con modelos políticos opuestos pero cuyo poder había llegada a sobrepasar los límites regionales tradicionales, tampoco era un enfrentamiento entre dos culturas como lo fue el conflicto con los persas sino de dos tipos de organizaciones políticas: Oligarquía y democracia, ya se sabe que la tendencia de Esparta era alejar todo lo posible la influencia de aquel modelo pensando siempre que dichas ideas podrían significar la ruina misma del sistema político oligárquico de corte espartano, “Ello obligó a Esparta a emprender una política «realista» atendiendo a la situación particular de cada «polis» en relación con el vínculo existente entre ambas. En este sentido, se observan sin embargo dos claras tendencias. Una, respecto a las ciudades, que habían intervenido en la contienda como aliadas de Atenas. En principio, Esparta liberó a éstas del vínculo imperialista im­puesto por los atenienses, pero les asignó una contribución anual de 1.000 ta­lentos destinados a la reconstrucción y mantenimiento de su propia flota. Además les obligó a elegir un gobierno local de carácter oligárquico y pro espartano constituido por diez miembros (<<decarquía»), que a menudo fue reforzado con una guarnición espartana en la ciudad.”[28]  En el fondo su papel de Estado hegemón se circunscribía al mismo papel que había jugado Atenas, solamente cambiaban la formas de gobierno, pero en el fondo del asunto las antiguas polis autónomas sacrificaban la misma por la “defensa” de sus intereses dejando aquella función a la Polis del momento. Para el caso espartano significaba en todo caso una condición cuasi natural a su política interna situación remontable hacia el 510 a.C cuando los espartanos intervinieron una serie de veces en Atenas para alejar a Clístenes del poder.

Por otro lado el conflicto a pesar de intentar solucionar dicha dicotomía no lo logró, esto porque, que haya triunfado el  bloque pro oligárquico no impidió que este no quedara tan desgastado como la democracia. Si tuviéramos que realizar comparaciones para el caso de Atenas, el hecho de haber perdido su poder colonial marítimo con la consecuente merma del phoros délico significaban la pauperización de los grupos pobres de ciudadanos (thetes)  en este sentido la ciudadanía dejaba de ser un status que pudiera garantizar algún bienestar, el conflicto socio político se trasladaría de lo político a los social, del pobre contra el rico[29], a su vez esta pobreza y la falta de un Estado que pudiera actuar como redistribuidor para limitar la pauperización de estos grupos, ya sea dando trabajo en las obras públicas o en la marina, significaba el fin del ciudadano guerrero de tipo democrático del modelo ateniense  pues este se convertía en alguien que pudiera costearse su equipo militar vale decir la clase más pudiente. [30]

Para el caso de Esparta el desgaste provenía en cuanto la muerte del ciudadano guerrero (Homoioi) implicaba un vacio que no podía llenarse salvo con un hijo de otro Homoioi, “Esta escasez de hombres en la que los antiguos ha visto y con razón el infortunio mortal de Esparta, resulta en primer lugar de la guerra, que casi endémica, diezma la población masculina en edad de servir.”[31] vale decir ocurría lo contrario a Atenas (estaba lleno de ciudadano pero pobres) pues en Esparta faltaba ciudadanos, esto era gravísimo por cuanto todo el aparato militar cuya orientación se dedicaba tanto al control interno (ilotas) como al externo (las colonias adquirida en la guerra) requerían cada vez un contingente mayor de hombres, es así que la expansión significaba un grave riesgo sobre la base de la economía y sociedad espartana. En el fondo la guerra representó el fin de las tradiciones, y el sacrifico de las autonomías consagrándolas a la política exterior.

Un segundo cambio o consecuencia, es el cambio de un sentido totalmente táctico de la guerra y la expansión hacia un sentido totalmente estratégico de la misma, entendido lo táctico como lo a corto plazo (la batalla) y lo estratégico como de largo plazo (Una serie de batallas, acciones ofensivas – defensivas, financiamiento de divisiones internas, etc.) Esto es lo que puede visualizar cuando Pericles decide refugiar a la población detrás de las murallas escapa de la concepción clásica del combate directo entre formaciones de hoplitas, tal como nos señala Tucídides “antes: prepararse para la guerra, y que transportaran al interior los enseres que tuvieran en los campos; que no tomaran la iniciativa de plantear la batalla, sino que acudieran a la ciudad y la guardaran, y que equiparan la flota, que era donde residía su fuerza, y que tuvieran bajo control el asunto de los aliados, diciéndoles que de ellos, de su contribución en dinero, dependía su fuerza, y que la mayoría de las veces las guerras se ganan con inteligencia y con abundancia de dinero.(…) En el asunto de las finanzas, pues, era así como les daba ánimos. Además tenían trece mil hoplitas, sin contar los que estaban en los fuertes, y los dieciséis mil de las murallas. A tal número ascendían los que se encargaban de la vigilancia al principio, cuando el ataque de los enemigos, entre los más viejos y más jóvenes y los metecos que eran hoplitas”[32]  Esto nos lleva a cree que piensa a largo plazo en una guerra de desgaste marítima que inhabilite el abastecimiento lacedemonio y por otro obliga a sus rivales a inventar el modo de asediar dichas fortificaciones y que elementos a usar, factores que darán inicio a la poliorcética[33]. El inicio de los asedios requirió un soldado altamente especializado y pagado, lo que unido a la muerte de los ciudadanos guerreros inició un proceso de mercenarismo de la sociedad griega, esto debido a que era a la vez el productor urbano o rural lo que impedía su total participación en la largas temporadas de asedio y guerra constante, es lo que le ocurrió a los atenienses en el sitio de Potidea donde los hoplitas áticos demoraron tres años rendir la ciudad, tres años en que dichos soldados no pudieron ser empleados en otros sectores. Así mismo surge la cuestión del tiempo mientras una o dos batallas definían la suerte del conflicto (como el caso de las guerras médicas) un asedio en cambio requería tiempo y soldados que dispusiesen del mismo, por lo mismo los espartanos no asediaron Atenas hasta entrada la guerra, ya que años de asedio podrían provocar nuevas rebeliones de los ilotas y mesenios. De esto se deriva la creación de una clase militar altamente especializada o la idea de la necesidad de disponer de las mismas y que fuera su función específica lo militar (léase separar la función del ciudadano del guerrero)[34].

Un tercer cambio fue que la guerra trajo consigo un desgaste total de las estructuras productivas tradicionales. Por una parte la rapiña y los saqueos significaron la destrucción de los bienes materiales como las haciendas, olivos y viñedos; e inclusive la muerte de esclavos, debemos recordar que la costumbre griega impedía esclavizar a otros griegos por lo que esta guerra no tuvo la externalidad  que tuvo las guerras pérsicas de utilizar prisioneros como esclavos, esto se puede ver en los relatos de Jenofonte respecto a la no existencia de esclavos para trabajar la mina de Laurión

“Yendo directamente al asunto, ¿quién ignora que están en actividad desde hace mucho tiempo? Nadie busca ya descubrir la época en que fueron abiertas. A pesar del mineral sacado y de que se sigue buscándose todavía, pensad un momento en cuán poco considerables son después de tanto tiempo los escombros de esas colinas donde la plata es engendrada. En vez de separar del terreno las gangas del mineral, éstas van creciendo cada día. Incluso en la época en que se empleaba más número de brazos, ni un solo hombre quedose sin trabajo. Y dicha labor excedía siempre la proporción de los obreros. Los propietarios de minas que dan ocupación a tantos esclavos, piensan hoy todavía menos en disminuir su número que a aumentado lo más posible. y verdaderamente, si hay pocos brazos empleados en la excavación se sacará sin duda menos plata, pero si se da ocupación a gran número de hombres podrá retirarse mucho mineral. La única empresa donde un nuevo contratista no hace sombra a los demás es, a mi entender, la de las minas. Un campesino nos dirá exactamente el número de trabajadores que necesita, así como los pares de bueyes, y si tiene más de los suficientes, el excedente es para él un verdadero perjuicio. Al contrario, los que explotan las mi­nas nos dicen todos que carecen de obreros.”[35]

Al decaer la esclavitud también decayó la estructura social pues los más pobres podían participar de la comunidad política siempre y cuando los esclavos suplieran los trabajos de los ciudadanos, en Atenas el thete  es reemplazado – o  ayudado-  en el campo por un esclavo y en la ciudad los talleres se nutren de esclavos antes que thetes, dándoles el tiempo para participar en la armada, de ahí que sin esclavos y sin armada los thetes tuvieran que volver a trabajar y perder la prerrogativa de ejercer su ciudadano, situación peor por cuanto ya no lograban los ingresos requeridos para dicha participación cívica. Pero no todo fue sombras, la guerra abrió nuevas áreas al comercio y los flujos comerciales se intensificaron pero al Estado al haberse transformado en un instrumento en manos de la Oligarquía (el caso atenienses) estas tendieron a engrosar las ganancias de dicho grupo por sobre otros.

Por último desde lo geopolítico la hegemonía paso de Atenas a Esparta (401 al 386 a.C)  esta última aprovecho de invadir Persia  con un ejército comandado por su rey Agesilao aprovechando divisiones internas dentro de la dinastía aqueménida. Pero el oro persa le granjeo una nueva alianza en su contra formada por Corinto, Atenas, Tebas y otros ciudades peloponesias que querían deshacerse del yugo espartano, alianza que se ha denominado II confederación ateniense o segunda liga délica cuya diferencia central que ya Atenas no podía subyugar a sus aliados si no que participaban estos en un estado de igualdad, este conflicto se denominó como guerra de Corinto (395 -386 a.C) el desgaste general de Esparta implicó que todas estas ciudades allanaran sus diferencias y se firmase la paz de Antálcidas el 386 a.C teniendo como garante al rey Persa “«El rey Artajerjes estima justo que las ciudades de Asia le pertenezcan, así como también las islas de Clazomenes y Chipre, y que, por contra, se reconozca la autonomía las otras ciudades griegas, grandes y pequeñas, excepto a Lemnos, Imbros y Esciros, las cuales, como en el pasado, pertenecerán a los atenienses. A aquellos que no estén de acuerdo con estos condiciones de paz, yo les haré personalmente la guerra con la ayuda de los que las acepten, por mar y por tierra, con mi armada y con mi tesoro.»[36] Ante estas amenazas, ambos bandos desgastados decidieron pasar a la paz, a sabiendas que la paz en la Grecia antigua era circunstancial.

5.- EL ÚLTIMO INTENTO HEGEMÓNICO DESDE LA HÉLADE.

Con el agotamiento del poder espartano en las periferias de la Hélade y la fallida expedición de Agesilao a Persia, así como la inutilidad de la expedición de los 10.000 en Cunaxa surge nuevamente Atenas y Tebas como contrapesos de Esparta en Grecia. Como se señaló la II liega délica obligó a Esparta a retirarse de Jonia, una vez conseguido aquello dejó de financiar a Atenas, y la paz de Antálcidas del 387 a.C devolvió algunas islas a Atenas, reconoció una hegemonía terrestre espartana y Persia se quedó con la Jonia, y se garantizó la autonomía de las polis, la gran perjudica fue Tebas a la cual no se le permitió hegemonizar Beocia en virtud de la cláusula de la autonomía.

Tebas aprovechó la calma, restauró la confederación Beocia no sin antes mejorar sus ejércitos y tácticas militares para derrotar a Esparta, liderado por Epaminondas este ejército derrotó a una ya desgastada Esparta en Leuctra el 371 a.C:
“Pero cuando fueron muertos el polemarca Deinón y Esfodrias, de la tienda real, con su hijo Cleónimo, los oficiales del Estado Mayor y la llamada escolta del polemarca, entonces los demás fueron rechazados, atropellados por el número; y, viendo retroceder el ala derecha, cedió el ala izquierda de los lacedemonios. No obstante, a pesar del número de muertos y de su derrota, una vez pasado el foso natural que tenían ante su campamento pusieron el arma al pie en el mismo sitio desde donde habíanse puesto en movimiento. Por otra parte, el campamento no estaba emplazado completamente en la llanura, sino antes un poco hacia la pendiente.  Hubo varios lacedemonios que, encontrando este desastre intolerable, declararon que era preciso impedir a los enemigos que levantaran su trofeo, así como también pro­bar de recoger los muertos, no por medio de una conven­ción, sino por las armas. Pero los polemarcas veían que entre todos los lacedemonios había más de mil muertos, y que de los espartanos propiamente dichos, que habían sido presentes unos setecientos, cerca de cuatrocientos esta­ban muertos. Se daban cuenta de que ningún aliado tenía ganas de combatir, e incluso algunos de ellos no estaban descontentos por lo que había sucedido. Entonces reunieron a los principales jefes para deliberar sobre lo que tenían que hacer. Todos estuvieron de acuerdo en firmar una convención para recoger los muertos, y enviaron un heraldo para esta­blecer una tregua.”[37]

Esta victoria selló el fin de la hegemonía espartana, Epaminondas el 369 a.C invadió el Peloponeso, independizó a Mesenia y Megalópolis de Esparta y creó la liga arcadia con el único motivo de perjudicar a Esparta. En un postrer intento desesperado los espartanos libran la batalla de Mantinea el 362 a.C nuevamente son derrotados,y a pesar de la victoria que cada uno pretendía haber conseguido, nadie fue visiblemente más rico ni en ciudades, ni en territorios ni en autoridad que antes de la batalla; y la incertidumbre y la confusión fueron más grandes después que antes en toda Grecia Para mí, mi obra se detiene aquí. Otro se encargará quizá de escribir la continuación.” Señalaba Jenofonte, con el final de su relato también finalizaba una época, la muerte de Epaminondas en la misma lid, deja a Beocia sin líderes y se retira , la  amenaza ahora venía del norte, Macedonia tras siglos de acecho se alzaba ahora como potencia y en veinte años conquistaría la Hélade (357 a.C -338 a.C) fácil presa por 200 años de guerras que condujeron a la época de oro pero también a su declive final, desde ahí hasta 1830 Grecia estará en manos de “extranjeros”: macedonios, diadocos, romanos, bizantinos, y turcos.




BIBLIOGRAFÍA

·      Bravo, Gonzalo,(1997) Historia del mundo antiguo: una introducción crítica, Barcelona: Alianza Editorial,

·      CLAUSEWITZ, K. (2002) Der krieg (De la guerra) en www.Librodot.com 

·      COHEN, ROBERT; (1961) Atenas una democracia; Madrid: Aymá Editora S.A

·      FORNIS, César (1996) La Sociedad Corintia en la Guerra del Peloponeso

·      Gómez, Espelosín F.J Introducción a la Grecia antigua, Alianza Editorial, Madrid; 2002

·      HERÓDOTO DE HALICARNASO,(1960) Los Nueve Libros de la Historia, Barcelona: Editorial Iberia S.A, Traducción del P. Bartolomé Pou,

·      JARDÉ. A (1960) La formación del pueblo griego, México: UTEHA.

·      JENOFONTE (1965)  Helenicás Editorial Iberia S.A

·      JENOFONTE (1965) Las Rentas del Ática Barcelona: Editorial Iberia S.A.

·      TUCIDIDES, (1989) Historia de la Guerra del Peloponeso, Madrid: Alianza Editorial.




[1] HERÓDOTO DE HALICARNASO,(1960) Los Nueve Libros de la Historia, Barcelona: Editorial Iberia S.A, Traducción del P. Bartolomé Pou, Libro 5, XCVII. (De ahora en adelante 5,XCVII)
[2] Es decir el conjunto de conflictos a nivel interno (de clases) y externo (entre Estados) en que se vio envuelta la polis durante su existencia histórica y que guarda relación con los equilibrios o desequilibrios de los pactos políticos y sociales contraídos durante de la época.
[3] TUCIDIDES, (1989) Historia de la Guerra del Peloponeso, Madrid: Alianza Editorial. Libro I – nº6 De ahora en adelante (I,6.)
[4] CLAUSEWITZ, K. (2002) Der krieg (De la guerra) en www.Librodot.com 
[5] JARDÉ. A (1960) La formación del pueblo griego, México: UTEHA. p.168
[6] COHEN, ROBERT; (1961) Atenas una democracia; Madrid: Aymá Editora S.A;; p.56
[7] En Heródoto encontramos la lista de las satrapías con sus respectivos tributos. Pero además queda demostrado como al imperio persa  poseía una libertad administrativa, el objetivo de los sátrapas era reunir los tributos, antes mismos que administrar las provincias. La libertad de los sátrapas para obrar se encuentra en toda la obra, así como también en Tucídides y Jenofonte. (3,LXXXVI)
[8] HERÓDOTO op.cit 5, XCVII.
[9] Lo demuestra el hecho de que Grecia era una mínima parte de todo el conjunto del imperio, así mismo lo único atrayente a los persas era su clima según señalan los antiguos, pero en Jonia y el Cáucaso encontramos áreas muy parecidas a Grecia así como el Mediterráneo.
[10] HERÓDOTO op.cit 6, XLIV
[11] HERÓDOTO op.cit 6, CIX
[12] HERÓDOTO Op.Cit 6,CXI
[13] HERÓDOTO Op.Cit  6,CXII
[14] HERÓDOTO 7,V.
[15] HERÓDOTO.9.VII.
[16] TUCÍDIDES, I,18
[17] Ibíd. I,19.
[18] Bravo, Gonzalo,(1997) Historia del mundo antiguo: una introducción crítica, Barcelona: Alianza Editorial, p.250
[19] COHEN, R. Op.Cit pp.65-66
[20] Ibíd. p.126
[21] FORNIS, César (1996) La Sociedad Corintia en la Guerra del Peloponeso. Revista Gerión nº14, Universidad Complutense: Madrid. 77-99. Este autor plantea que Corinto fue una de las polis beneficiada con la guerra, como Atenas no lanzó operaciones terrestres y como aún la flota corintia seguía siendo poderosa, Atenas no atacó directamente a Corinto lo que le permitió de poseer estabilidad interna durante de la guerra, pero que finalmente la victoria sobre Atenas y el paso a ser la mayor potencia comercial-naval en desmedro de Atenas le llevó finalmente a luchar con Esparta en la guerra de Corinto en la cual la pérdida de hoplitas significaron la reducción del cuerpo ciudadano y la aparición del mercenarismo.
[22] TUCÍDIDES I,33
[23] Ibíd I,37
[24] FORNIS, César Op.Cit p.79
[25] TUCÍDIDES I,88
[26] JENOFONTE. (1965) Las Helénicas, Barcelona: Editorial Iberia S.A. p.46-47
[27] Ibíd p.48
[28] BRAVO, Gonzalo. Op.Cit p.297
[29] Esta situación es una de las que refleja Platón en su República. Señalando que esta temática puede ser quizá la más importante en la “decadencia” de las Polis griegas, el fin de una democracia como la tradicional tendría su fin en esto, en el ingreso de la Oligarquía. “Platón aspira en la República a la constitución de un estado ideal basado en la justicia, es decir, en una república encarnación de esta virtud, y por ello lo primero que hace es examinar su concepto bajo todos los aspectos.” Bergua, Juan B, Noticia Preliminar en Platón,  La República (1960). p.40 Así mismo en parte la línea seguida por Aristóteles al denominar a la oligarquía una clase de gobierno impura derivada de la Aristoi (Gobierno de los mejores)
[30] Para el caso Corintio en el artículo de FORNIS (Op.Cit) señala que la muerte de ciudadanos y la incapacidad de otras personas para suplir el coste del armamento trajo consigo el mercenarismo en Grecia, situación válida también  para el caso de Atenas.
[31] JARDÉ. A Op.Cit p.116-117
[32] TUCÍDIDES II, 13
[33] Rama militar que es dedicada a los asedios.
[34] Nuevamente debemos remitir al lector a las obras clásicas de Platón, Aristóteles e Isócrates.
[35] JENOFONTE (1965) Las Rentas del Ática Barcelona: Editorial Iberia S.A. p.296
[36] JENOFONTE Helenicás Op.Cit pp.162-163
[37] Ibíd p.221

No hay comentarios:

Publicar un comentario