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Bandera Imperial Andresiana

sábado, 11 de febrero de 2012

Aproximación al conflicto de las Malvinas



Aproximación al conflicto de las Malvinas

Nuevamente, como tiende a ocurrir cada 5 ó 10 años, Argentina vuelve a activar el tema de las Malvinas como siempre para solucionar sus crisis internas, por asumir derechos territoriales que no le competen o bien simplemente por esa eterna condición argentina de darse aires de grandeza dentro del concierto americano desafiando a las grandes potencia. Muchos, haciendo de ese barato sentimiento de “latinoamericanidad” chileno, basado en ideologismos más que en la realidad misma de los hechos históricos. En la prensa hace pocos días por ejemplo, salió una frase de la Presidenta Fernández de Kirchner, señalando que la posesión inglesa de las Falkland o Malvinas era digna de un “colonialismo”, quienes defienden dicho concepto, en base a una ahistoricidad pura y adoptando conceptos cambiándolos de contexto, caen en el mismo populismo “histórico” como en el que cae la presidenta de Argentina.

Primer error de enfoque, creer que Gran Bretaña, Reino Unido o Inglaterra tuvo un programa de colonialismo en América del sur y que este tendría una expresión concreta con la ocupación de las Malvinas durante al menos la fase de los grandes descubrimientos y colonias (hasta 1780), bajo ese prisma las Malvinas fueron ocupadas por Reino Unido en 1833 sin grandes reclamos de las Provincias Unidades del Río de la Plata, Estado que desapareció en 1851 y en el cual teóricamente Argentina heredó su situación política. Sin duda Inglaterra desarolló un programa de apropiación de la economía mundial – algunos se ensañan señalando que solamente Sudamérica- en este programa las Islas Falkland no se encuentra ningún signo de colonialismo, sino la ocupación de un espacio que desde el siglo XVIII, por lo mismo el Lord del Almirantazgo inglés, Sir Anson declaraba en 1740 “El control de las Falklands podría ser muy útil en tiempo de paz, pero en tiempo  de guerra nos daría el control de los océanos” Inglaterra era y fue hasta 1945 la gran potencia marítima mundial y se enfrentó en los tiempos de la decadente España, donde ocupó la Isla si bien después hubo de ser abandonada.

La ocupación de 1833 de la isla por el Reino Unido se enmarca en un proceso de conformación de territorialidades y de estados nacionales Ahora bien desde el punto de geográfico y también de lo jurídico, con la independencia de los países latinoamericanos, rigió el “uti posidetis” que con rigor mantuvo los mismos límites territoriales de virreinatos, reales audiencias y capitanías generales que rigieron durante la época colonial pero con la salvedad que ahora el espacio y su población dependían del estado nacional y no de la metrópoli hispana, esto es de Estado que no tuvieron claros hasta 1900 sus límites. Es lo que se comprueba en la ocupación de la Araucanía Chilena, Guerra de la Triple Alianza, del Pacífico, etc. En este sentido las Malvinas estaba en un territorio estatal no definido con claridad y que mantenía una guarnición hispana y por tanto enemiga del Reino Unido.


Bajo este prisma la ocupación de las Malvinas es una ocupación estratégica, antes que colonialista, no hay nada material que poder extraer de la Isla, la marina inglesa requería un puerto para proteger sus rutas comerciales, esto lo demuestra la batalla de las Malvinas de 1914 entre la Kaisermarine y la Royal Navy. Bajo este análisis

Segundo error de enfoque, En relaciones internacionales, no importan los buen intencionismos, ni qué bonito es el mundo, Una de las explicaciones de la ocupación de las Malvinas y el posterior conflicto vendría dado por el realismo que para este caso entiende “El poder como factor fundamental en las relaciones internacionales, el interés nacional como criterio que inspira las decisiones políticas al margen de todo compromiso moral o colectivo y el concepto del balance de poder como una situación que es necesario preservar a cualquier precio acumulando y poniendo en juego para ello, precisamente, recursos de poder.”[1]   En este sentido  como muchos hechos históricos la motivación de la ocupación de la Isla se hizo por la fuerza británica contra su par rioplatense (insisto Argentina no existía) y listo, hecho consumado. La historia de la humanidad es así, sobre todo en la conformación de macro entidades políticas ¿o acaso si resucitarán los hititas debieran cedérseles regiones de Turquía y Siria?, en relaciones políticas impera las relaciones de poder, simétricas o asimétricas, no importan los conceptos “progres” ni ideales en un sentido simplón, esto nos lleva a señalar que las Malvinas son territorio inglés por determinación de sus habitantes y por la ocupación del Estado ingles por más de 150 años, Argentina como Estado no tiene pesor sobre ni lo uno ni lo otro.

Tercer error de enfoque, creer que Reino Unido es colonialista en el siglo XXI, es una falsedad absoluta, máxime considerando que nos encontramos ante una potencia mundial que apenas terminada la Segunda Guerra Mundial fue pionero en el descolonialismo, todos sus países africanos hacia 1962 eran independientes, en 1945 la India, y otros tantos casos, por tanto el talante de potencia colonial inglesa queda sepultado por los hechos, el Imperio Inglés siempre ha respetado la autodeterminación: los habitantes de las Falkland no quieren pertenecer a Argentina.

Cuarto error de Enfoque, creer que por que se envía un par de buques y va uno de los príncipes es sinónimo de militarización, las bravatas argentinas son mas militaristas que el movimiento de una fragata, la base de las Falklands es por esencial naval, siempre hubo una flota inglesa por razones mencionadas, por lo demás todos sus príncipes han sido entretandos militarmente en lugares extremos, eso desde tiempos remotos, constituye uno de los elementos de la monarquía inglesa.

Para recordar la Guerra de las Malvinas fue un conflicto suscitado en 1982 entre Inglaterra y Argentina. Las raíces del conflicto se hunden en 1833 con la ocupación inglesa de las islas Malvinas bajo soberanía argentina por el no pago de deudas. Gobernaba Argentina  una Junta militar desde 1976 que enfrentaba una fuerte disensión interna, la cual vio en la recuperación de las islas un motivo para aligerar la presión, por lo que decide invadir las islas justo en un momento en que Inglaterra estaba reorganizando sus presupuestos y sus FF.AA. La ocupación duró poco, apenas unos 3 meses (Abril-Junio), retomando los ingleses íntegramente el control de las islas el 14 de junio de 1982. Con ello el prestigio interior y exterior de una alicaída Inglaterra aumentó y sorteó con éxito la crisis de 1982, mientras en Argentina por la derrota las fuerzas armadas, la junta perdía el control del país y eran obligados a transmitir el poder a los civiles en 1983.

En esta dirección, para los ingleses recuperar las islas Malvinas era un tema de vindicar el orgullo nacional, es decir el Estado actuando de manera unitaria en el contexto de enfrentamiento de la guerra fría, lo que serviría para enviar un claro mensaje al Kremlin y a sus mismos aliados occidentales , ya que una Gran Bretaña capaz de disponer tropas al otro lado del mundo para recuperar unas islas desconocidas, evidentemente era competente de hacerlo para oponerse a una agresión militar por parte del Pacto de Varsovia. Por lo que para preservar el  equilibrio de poder Inglaterra movilizó todos sus recursos de poder, específicamente sus fuerzas armadas y sus organismos diplomáticos, en tanto la derrota Argentina sería explicable entonces por qué su Estado (actor fundamental para los realistas) no poseía dispositivos como para detener la ofensiva de una potencia mayor, en este sentido las capacidades argentinas para  intervenir no fueron racionales ya que no midieron los costes de su acción y calcularon mal el recorte presupuestario inglés, todo esto a pesar de haber logrado una actuación unitaria en un marco de desordenes internos. Por otro lado Estados Unidos ante el enfrentamiento de dos de sus aliados escogió al más fuerte: Inglaterra, lo que de paso puso fin al Tratado interamericano de asistencia reciproca (TIAR). Desde este punto de vista la victoria inglesa podría explicarse por la mayor y mejor capacidad de movilización de recursos de poder (militares y diplomacia), la racionalidad de su actuación militar y diplomática, y por la unidad de su sociedad ante el gobierno. En cambio Argentina a pesar de un sorprendente despliegue militar, no actuó con racionalidad al desafiar a una potencia mundial de gran tamaño, y la unidad que logró fue más bien aparente y aparejada al sufrimiento de los soldados más que al gobierno.

Desde otro ángulo el asunto puede ser analizado desde una perspectiva liberal, la cooperación que intentó Estados Unidos en un primer minuto por medio de la O.N.U fue para que no se enemistaran dos aliados claves contra el marxismo, perder a uno, era perder parte de la lucha contra el comunismo. Pero la O.N.U después de intentar una solución de consenso fue sobrepasada, Estados Unidos, Inglaterra, los países europeos occidentales y algunos africanos votaron la resolución 502 (Abril) del consejo de seguridad la cual exigió la retirada de las fuerzas argentinas de las islas, Argentina perdía así la batalla internacional y el apoyo de todos los grandes bloques occidentales: se convertía en potencia agresora. Estados Unidos en cambio prefirió la cooperación del más fuerte sobre todo cuando los soviéticos estaban muy activos; el rol de la O.N.U no sirvió de nada, a lo que se suma que en 20 años de querellas no fue capaz de detener el conflicto latente, su único logro fue ayudar después de la guerra a restablecer las relaciones diplomáticas. La URSS en tanto se abstuvo de participar en los hechos ya que le interesaba más fomentar las disensiones dentro del bloque capitalista que intervenir directamente.

También un asunto de pragmatismo y realismo político, es la intervención chilena, los argentinos ya había señalado que después de las Malvinas sería Chile la siguiente víctima de su ofensiva, por lo que la fuerza aérea coopero con Inglaterra para salvaguardar su seguridad territorial, para obtener regalías de la venta de armamento e información británicos y porque le convenía una Argentina débil a una fuerte, justamente para restablecer el equilibrio en el sistema internacional sudamericano.

Argentina, ha tenido dos caminos para pretender las Malvinas, la guerra le falló ¿de haber resultado bien y de expresarse los habitantes de querer ser inglesas habrían dejado la Isla? Lo más seguro no, el otro camino la autodeterminación le ha sido siempre esquivo, Argentina por tanto agita siempre las olas, por que algo hay oculto en su política interior, si Chile les sigue el juego abandonaríamos nuestra tradicional política de seguridad exterior y podríamos ser carcomidos por los mismos principios que se dicen defender a favor de Argentina.



[1] Manfred,  Wilhelmy, (Comp.)  Política internacional: Enfoque y Realidades. Buenos Aires: Grupo Editor Latinoamericana; 1988 p.60